No podemos olvidar que las tertulias televisivas que cada noche asaltan algunos de los peculiares canales de la TDT, no son más que meros shows dispuestos a alimentar a su comprometida audiencia.
Está claro que los culés no estamos dentro de esa comprometida audiencia a la cual se dirigen los periodistas y tertulianos. Pero días como el de ayer, la curiosidad nos mata y caemos en la tentación de marcar estos canales en el mando de nuestros televisores. Claro que además de la curiosidad, un cierto morbo de ver al madridismo tocado con las maravillas de nuestro Barça.
Ayer, después de una nueva exhibición de clase y de estilo del Barça, y pinchados por el aguijón del buen fútbol, estos personajes de mundo del periodismo mesetario deportivo, estuvieron especialmente tocados por la varita del absurdo.
No asumían, ni asumen, ni asumirán que hoy en día el FCB es un referente en el mundo del fútbol, por su filosofía, por su estilo, por su compromiso con el buen fútbol, y hartos de verse segundones caen en la más absoluta de las desvergüenzas convirtiendo estos shows de forofo en verdaderos espectáculos del absurdo.
Afirmaciones como las de Hugo Gatti asegurando que el portero del Arsenal no se lesionó sino que tuvo miedo, vociferios taberneros para asegurar que el penalti a Pedro no había sido (ni con mil repeticiones verían la patada y la asunción de su culpa del propio defensa), o la petición de expulsiones varias para los jugadores del Barça, muestran cómo se pueden negar las realidades simplemente para contentar al circo que aplaude detrás del televisor.
Levantar la voz, faltar al respeto o negar la realidad convierten a estos programas en ejemplos del porqué la televisión se convierte en la caja tonta, o mejor dicho, en una caja para tontos.
Como afirmaba Quen The Show Must Go On y el Barça seguirá siendo el rey del espectáculo ...
