No por mucho que no nos gusten, las palabras de Mascherano
"El Barça peca de autodestructivo", dejan de ser ciertas.
Si bien estos últimos años parecía que el nivel de presión del famoso entorno había ido bajando, de un tiempo a esta parte vuelve a sobrevolar el Camp Nou. Esa sensación de que todo va a ir a peor, de que no se hacen bien las cosas, esa presión sobre el club, vuelve y no debería de ser así.
A mediados del mandato de Rosell, que no olvidemos que ganó con el 65% de los votos, la siempre necesaria tranquilidad, parece que desaparece y negros nubarrones se acercan sobre el
F.C. Barcelona.
Hoy nos despertamos con unas palabras de
Abidal
que de nuevo embarran el ambiente del barcelonismo, y de nuevo sin que parezca que nadie sabe quien tiene razón. ¿No cobró nada?
No lo creo. ¿Le pagó una aseguradora?
Posiblemente.
El problema es que este caso se une al de Pete Mickeal, a la sobra de los negocios de Sandro en Brasil, los pagos a la
fundación Cruyff,etc. Todos casos en los que el aficionado tiene la sensación de que no conoce toda la verdad.
Si bien la crítica constructiva siempre es positiva, hacerla por sistema no lleva a buen puerto. Da la sensación de que si esta directiva hace algo mal, debe de dimitir y si lo hace bien también.
En el otro sentido exactamente igual, además en este caso acompañada de una importante y arbitraria guerra mediática.
Esperemos que el comienzo de la competición tanto en el fútbol como en las secciones vaya calmando las aguas, y actuemos con un poco más de sentido común.
Visca el Barça¡¡¡
